El envejecimiento es una etapa natural de la vida, llena de sabiduría, experiencia… y también, a veces, de desafíos físicos. Dolores articulares, rigidez, pérdida de equilibrio o debilidad muscular son comunes con los años. Pero eso no significa que debamos dejar de movernos. El yoga es una excelente herramienta para mantener el cuerpo activo y la mente tranquila, sin importar la edad. A diferencia de otras formas de ejercicio, el yoga es adaptable. Se puede practicar en el suelo, de pie o incluso sentado en una silla. Esto lo hace accesible para personas con movilidad reducida o con condiciones de salud específicas. ¿Cómo ayuda el yoga a las personas mayores? Mejora la movilidad y la flexibilidadCon movimientos suaves y controlados, el yoga ayuda a mantener las articulaciones activas y a reducir la rigidez. Estiramientos simples pueden aliviar dolores en la espalda, cuello y piernas. Fortalece los músculosLas posturas de yoga trabajan el cuerpo de manera equilibrada. Fortalecer los músculos es clave para prevenir caídas y mantener la independencia en las actividades diarias. Mejora el equilibrio y la coordinaciónEl trabajo de equilibrio es fundamental en la tercera edad. Posturas como el “árbol” (vrksasana), adaptada según las capacidades, entrenan la estabilidad y reducen el riesgo de caídas. Estimula la circulación y la respiraciónLos ejercicios de respiración (pranayama) mejoran la oxigenación del cuerpo, ayudan a relajarse y favorecen la salud cardiovascular. Reduce el estrés y mejora el ánimoEl yoga no solo trabaja el cuerpo: también calma la mente. La práctica regular puede aliviar la ansiedad, mejorar el sueño y traer una sensación de paz interior. Fomenta la conexión socialParticipar en clases de yoga grupales (presenciales o en línea) es también una forma de socializar, compartir y sentirse acompañado. Yoga con silla: una gran opción El yoga en silla es ideal para personas mayores que tienen dificultades para estar de pie o sentarse en el suelo. Se practican movimientos simples mientras se está sentado o usando la silla como apoyo. Es seguro, accesible y muy beneficioso. Conclusión:Nunca es tarde para empezar a moverse con conciencia y cariño hacia el propio cuerpo. El yoga ofrece una práctica amable, adaptable y profundamente sanadora para las personas mayores. Cada respiración, cada estiramiento, es una invitación a seguir viviendo con energía, presencia y bienestar. Regresar al Blog